La Guía de la popó según la Escala de Bristol

La escala de Bristol es una escala de los tipos de heces; y va desde el más duro (Tipo 1) al más blando (Tipo 7):

• Los tipos 1 y 2 se consideran heces anormalmente duras (y en conjunto con otros síntomas son indicativos de estreñimiento).
• Los tipos 3, 4 y 5 generalmente se consideran las heces más "normales" en adultos sanos.
• Los tipos 6 y 7 se consideran heces anormalmente sueltas/líquidas (y junto con otros síntomas son indicativos de diarrea).

Aunque originalmente sólo se desarrollaron descripciones escritas, fueron agregadas posteriormente representaciones pictóricas de cada tipo de heces para mejorar su descripción:

• Tipo 1: Bolas duras separadas y sueltas. 
• Tipo 2: Bolas duras, pegadas entre ellas, formando una morcilla abollonada. 
• Tipo 3: Como una morcilla con grietas en su superficie. 
• Tipo 4: Como una morcilla con grietas en su superficie. 
• Tipo 5: Heces fragmentadas, blandas, con forma redondeada. 
• Tipo 6: Heces pastosas, deshechas, sin forma. 
• Tipo 7: Heces totalmente líquidas, como agua sucia. 

El color de las heces varía, pero generalmente cae dentro de un espectro de color marrón, de acuerdo con los alimentos que se consuman. Debes prestar especial atención si el color de las heces es de color rojo intenso, granate, negras o "alquitranadas", especialmente si tienen un olor perceptible, ya que esto puede significar que hay sangre en las heces.

Cantidades pequeñas de sangre de color rojo brillante en las heces o el papel higiénico se deben probablemente a hemorroides o a un rasguño en el área rectal y, por lo general, no deben ser motivo de preocupación.

Las heces pálidas, de color arcilla o blanco y, a menudo, acompañadas de un cambio en el color de la orina (orina oscura) podrían indicar un problema biliar o del hígado. En caso de notar que tus heces son de un color distinto al habitual, acude a tu médico para resolver cualquier duda que tengas.

Una pequeña cantidad de mucosidad en las heces no suele ser motivo de preocupación. Las heces normalmente contienen una pequeña cantidad de mucosidad: una sustancia como “gelatina” que los intestinos producen para mantener el revestimiento del colon húmedo y lubricado.

Sin embargo, debes hablar con tu médico si notas un aumento en la cantidad de mucosidad en las heces, sobretodo si va acompañado de sangrado o un cambio en tus hábitos intestinales.

1. Consume una dieta saludable. Incluir una cantidad adecuada de fibra en tu dieta favorece el tránsito de material por el sistema digestivo y provee consistencia a la popó para que se evacúe fácilmente.
2. Come de forma moderada, lenta y regular: consume porciones moderadas para evitar la ingestión de un exceso de calorías y estrés en el sistema digestivo. El proceso de digestión comienza en la boca. Come despacio y mastica bien cada bocado.
3. Toma suficientes líquidos: una mala hidratación retrasa el proceso digestivo y aumenta el riesgo de estreñimiento. La ingesta recomendada de líquidos es de 2 litros por día para mujeres y 2.5 litros por día para hombres. El agua es lo mejor, pero el té, el café, la leche, las calabazas y también el jugo cuentan (no el alcohol).
4. Mantente activo regularmente. Trata de hacer ejercicio a un nivel moderado durante al menos 30 minutos cada día.
5. Reduce/controla tus niveles de estrés. El estrés afecta al sistema digestivo y puede alterar la digestión, provocando inflamación, dolor y estreñimiento.